La terapia de pareja no es un espacio donde se decidirá quien de las dos partes tiene razón, quien se equivoca y quien no, ni quien debe cambiar o ceder.
Sin embargo, sí va a permitir trabajar a cada miembro de la pareja sobre su idea y valoración del amor, de la familia, del trabajo, etc. Descubrir que factores nos condicionan y nos determinan, saber de que lugar partimos para decidir hacia dónde queremos ir.
La terapia brinda la oportunidad de conocerse mejor, y eso se traduce, entre otras cosas, en una mayor aceptación y tolerancia hacia el otro. Aceptar que cada uno es único.