No se trata de dirigir a las personas hacia un cambio o actuación determinada, si no a que cada cual descubra aquello que realmente necesita.
La terapia psicoanalítica es un proceso terapéutico que intenta resolver los problemas psicológicos de las personas teniendo en cuenta la riqueza de su mundo interior, donde habitan las fantasías, los pensamientos, las emociones, los sentimientos y los sueños.
El psicoanálisis se basa en un modelo bio-psico-social, ya que interesa por comprender los factores que influyen en:
- el pasado y el presente de la persona,
- la relación entre su cuerpo y su mente, es decir, entre lo fisiológico y lo psicológico
- la relación entre su mundo interno y subjetivo (su manera de sentir, vivir y percibir el mundo) y la realidad externa.
Desde el psicoanálisis se pretende trabajar adecuándonos a las necesidades específicas de cada persona, a sus rasgos de personalidad y su historia de vida, y no se trata de encasillar al paciente en etiquetas de diagnóstico que son globales e impersonales. Se anima a las personas a hablar de los temas que sean importantes y relevantes para ellas sin imponer directrices ni aspectos precisos de sus problemas. No se trata de dirigir a las personas hacia un cambio o actuación determinada, si no a que cada cual descubra aquello que realmente necesita, respetando sus propios tiempos sin imponer una hoja de ruta. Cada cual ha de encontrar sus propias respuestas sin forzar a ser o comportarse de una determinada manera.
La terapia psicoanalítica:
- No pretende solo eliminar los síntomas. Si profundizar en sus causas
- No se centra en enfermedades. Si en el desarrollo de la persona
- No se basa en protocolos. Si en profundizar en lo particular de cada caso
- No se dan consejos. Si se promueve que cada cual encuentre sus respuestas
- No se dan tareas para casa. Si se promueve la escucha y dar sentido a lo que nos sucede a través de la palabra